Acerca de...

Nuestra cocinera, el alma de El Cafetín, Isabel Martínez, bilbaína de nacimiento. Cocinera de carrera y de vocación, quizás surgió la vocación en una de esas interminables reuniones familiares entorno a una mesa que los Martínez_Vicente tienen la buena costumbre de celebrar y es que en su familia, como en la mía, la habitación más importante de la casa sigue siendo la cocina, es curioso como los recuerdos de la infancia van unidos a olores de platos que en ese momento se estaban cocinando.

Formada en la escuela de hostelería de Leioa (Bizkaia) y curtida en diversos restaurantes de su tierra, suele mencionar con gran cariño y admiración su paso por Eneperi pues fue su primera experiencia profesional, recuerda el volumen de trabajo y lo que aprendió de la gente que le rodeaba pero sobre todo el equipo humano que formaron, pasaron de compañeros a amigos, amistades que todavía hoy conservan. 

Ella siempre dice que tiene la fortuna de dedicarse a lo que más le gusta y no hay más que verla trabajar para entenderlo; pasión, entrega, respeto, imaginación, compañerismo, generosidad son algunas de las palabras que podrían encajar en cualquier definición que de ella se hiciera.
Meticulosa, ese sería otro de los adjetivos que mejor le van, para que entiendan como afronta ella el trabajo, les diría que es como si cada plato fuese el más importante, como si en cada uno volcase su alma; el mimo con el que trata las materias primas, el punto que busca en ellas para acabarlas y el esmero que pone en la presentación de los platos lo ponen de manifiesto.

Isabel es el 50% de esta aventura, el 50% más seguro, enérgico y constante,de siempre ha sido su sueño hacer su restaurante y por fin está logrando ponerle nombre: EL CAFETÍN. Este proyecto, sin la cocina que le respalde no tendría sentido, de ella fue la idea de ofrecer algo diferente, algo que por aquí no se estila pero que en su tierra lo entienden como la forma más artesanal de preparar el producto, por eso incorporamos la brasa, buscando preparar el mejor pescado de la manera que entendemos como la más respetuosa y eso es, de manera intensa pero a la vez delicada y con un sabor final que difícilmente se consigue con otra elaboración.

Que por qué yo escribo así sobre ella, porque otra cosa que la define muy bien es como enseña y acompaña a la gente que trabaja a su lado, y es que conmigo ha tenido que hacer uso de su paciencia, pues yo, la que escribe que es la misma que se encarga de antenderles cuando se acercan por nuestras casa no es camarera de profesión sino más bien han sido circunstancias de la vida las que me dieron la oportunidad de participar en este proyecto, un gran revés me partió las ideas de ciencia que dominaban mi cabeza y el desencanto fue tal que no veía la forma de volver a volcarme al 100% así que decidí dar por terminada mi carrera de biología, guardando un recuerdo muy lindo de mucha gente que me encontré en el camino y una gran admiración y respeto por los que si se entregan como hay que hacerlo a un profesión tan exigente y gratificante a la par.

Yo, Vanessa Argüelles , la responsable de la sala de este restaurante, soy asturiana, criada más al centro de Asturias pero con toda mi familia materna de Lastres, como dice Isabel mi ascendencia podría explicar nuestra carta pues tengo una parte ganadera que me llega por la vía paterna, como las carnes que usamos en nuestra cocina, carne de ternera asturiana. Y tengo otra vena marinera que me llega por mi parte materna, mi abuelo, mis tíos y actualmente todavía mis primos patronan una lancha en el puerto de Lastres y de ahí saldrían los pescados del cantábrico que preparados a la brasa intentamos que sean nuestra seña de identidad.

Me siento orgullosa de lo que hago, feliz por haberlo elegido yo y satisfecha de que  mi trabajo consista en hacer feliz a la gente, al meno el rato que me es posible y en lo que a uno de los sentidos se refiere.

La verdad es que hemos constituido un equipo equilibrado, basado en el respeto y en la confianza en la otra parte, sabemos que la una apoya a la otra cuando la cosa se pone difícil o cuando no sale como a todos nos gustaría, y sentir ese respaldo es vital en un trabajo como este, tan exigente y tan rápido donde debes mostrar  lo mejor que tienes y de la mejor forma al cliente en un tiempo generalmente muy reducido.

Nuestra máxima: que cada persona que venga a casa, a EL CAFETÍN a comer se sienta en casa, cómoda, acogida, y que pase y disfrute, disfrute de las vistas y la tranquilidad del pueblo de Lastres y sobre todo disfrute comiendo y saboreando, a mi me gusta pensar que cuando un cliente se va con ganas de volver otro día es sinónimo de que las cosas han salido como debían, que cada uno de nosotros hemos cumplido nuestra parte del guión y que al final la función ha sido un éxito.